Nuestro teatro ha ido evolucionando con nuestra historia: muchas personas y acontecimientos han influido en la situación actual de este modo de expresión. Así, “las tablas” han sido testigos de grandes obras y han sostenido a importantes personajes en el cuerpo de actrices y actores no menos importantes.

Pero la historia teatral de nuestro país no empezó como la vemos hoy. Antes de 1941 carecía de actores y actrices profesionales. No había académicos ni escuelas de teatro y “entregarse a la profesión de actor, antiguamente, significaba entregarse a una profesión llena de azares y desventuras” (1) . Las técnicas de escenografía e iluminación eran también muy precarias.

Dentro de esta historia surge la creación del Teatro Experimental de la Universidad de Chile, suceso particularmente interesante y llamativo por quiénes lo producen, se trata de estudiantes universitarios que por verdadero amor al teatro, abandonan el estudio de sus carreras para dedicarse a dar vida a personajes y satisfacer la necesidad de la población chilena de enfrentarse a auténticos actores y obras teatrales nacionales de calidad.



(1) Diario El Siglo, 21 de mayo de 1961. Declaraciones de Pedro Sienna.



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Andrea Jiménez, Paloma Soto, Carolina Lillo